Lo que se suponía sería una fiesta, se convirtió en un funeral. Los "toros" del fútbol jugaron el peor partido del año y cayeron inapelablemente como local en el Rubén Marcos Peralta por 0 a 2 ante el ordenado equipo de Curico. Algo pasó ayer, desde un comienzo se notó que no había conexión entre el público (unas 4.000 a 5.000 personas) y el equipo. El apoyo no bajó desde el tablón. Por su parte, los jugadores del local parecían dormidos y si pensaron que ganarían por "presencia" estaban muy equivocados. Mientras los rivales venían en alza, Osorno mostró muchas dudas en los últimos cotejos. La punta se ha conservado más que nada ante los desaciertos de los escoltas, más que las propias virtudes futbolísticas. Ayer no se jugó a nada y las tibias ocasiones de gol fueron bien neutralizadas por un eficiente arquero Vásquez del equipo tortero. Definitivamente al toro le falta combustible (o pasto con tanta helada) y eso comienza a preocupar ya que el torneo es largo y los otros equipos han mejorado su nivel.
Me parece que J.J. Albornoz no es la alternativa adecuada para reemplazar al "gato" Silva, a veces llega a enervar al respetable, al no pasar el balón en forma rápida, el lleva mucho la pelota y generalmente la termina perdiendo en vez de buscar al hombre destapado. El segundo gol curicano nació de un mortal contragolpe producto de un error del calvo, en un tiro libre muy mal servido. El "provi" no tiene banca y eso se nota. Habrá que seguir teniendo paciencia, pero esta se agota.
Con los equipos de arriba, Osorno ha cosechado buenos resultados, es de esperar que ante Rangers el domingo próximo el equipo levante cabeza y conserve el primer lugar, de lo contrario esta se perderá tras 4 meses de estar al tope.
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